El informe se elaboró en base a 42 mil entrevistas en 53 idiomas, realizadas en 161 países, lo que representa el 44 por ciento de la población mundial
Londres y Perth, 31 de mayo de 2016 — Se calcula que un total de 45,8 millones de hombres, mujeres y niños en el mundo están atrapados por la esclavitud moderna, según el Índice Global de Esclavitud 2016, elaborado por la fundación australiana Walk Free Foundation y hecho público el 31 de mayo. Esto significa un 28 por ciento más de lo que se reportó en 2014. Los individuos son esclavizados para el tráfico de personas, trabajo forzado, la servidumbre por deudas, el matrimonio forzado o servil y la explotación comercial sexual.
En Venezuela, según el Índice Global de Esclavitud 2014, había 60.900 personas viviendo en la esclavitud moderna, lo que representa un 0,200 por ciento de la población total de los 30 millones 405 mil 207 habitantes hace dos años. Según los datos del Índice Global de Esclavitud 2016, en Venezuela existen 198.800 personas en condiciones de esclavitud, lo que representa un 0,639 por ciento de la población total de 31 millones 108 mil de hoy en día. Esto significa que la esclavitud tuvo un incremento en el país de casi 300 por ciento en los últimos dos años. Actualmente en Venezuela el número de personas atrapadas en la esclavitud moderna es mayor que el de Brasil (161.100), a pesar de una diferencia gigantesca entre la población de Venezuela y de Brasil que tiene más de 207 millones de habitantes.
Es importante destacar que el Índice Global de Esclavitud presenta dos variables en su análisis de la esclavitud moderna: el porcentaje de personas en condiciones de esclavitud en relación a la población total del país, y el número absoluto que indica el número total de personas sometidas a la esclavitud moderna en cada unos de los 161 países, donde se realizaron las encuestas y los estudios.
Este año, debido a los conflictos constantes y al trastorno extremo de las funciones de gobierno, no se incluyeron los índices de Afganistán, Iraq, Libia, Somalia, Siria y Yemen.
Las Américas
En cuando a los porcentajes en el Índice de este año, en Latinoamérica y el Caribe, Haití y la República Dominicana poseen el mayor predominio en la región, con un 0,995 por ciento de su población viviendo en esclavitud moderna. Perú posee un 0,639 por ciento. México, un 0,297 por ciento. Y Brasil aparece con un 0,078 por ciento.
El país de la región con el mayor número absoluto estimado de individuos cautivos en la esclavitud moderna es México con 376.800 individuos, seguido por Colombia (308.200). Brasil (161.100), Venezuela (198.800) y Perú (200.500) también muestran números absolutos significativos.
Los países en las Américas que poseen los menores índices son Canadá (0,018 por ciento, 6.500), los Estados Unidos (0,018 por ciento, 57.700), Brasil (0,078 por ciento, 161.100), en ese orden, aunque en términos absolutos, Brasil y los EE.UU siguen mostrando cifras absolutas significativas, en términos de la cantidad total de individuos cautivos en la esclavitud moderna.
En las Américas, la esclavitud moderna afecta a hombres, mujeres y niños, y en general se traduce en trabajo forzado, explotación comercial sexual y, en menor grado, mendicidad forzada. El trabajo forzado afecta principalmente a las mujeres en las industrias agrícola, minera, constructora y doméstica, sobre todo en América Central y del Norte, y en el Caribe. El trabajo forzado es un problema predominante entre los grupos indígenas de Perú, Bolivia y Colombia. Esas encarnaciones de la esclavitud moderna predominan en las industrias con gran intensidad de mano de obra no calificada, incluyendo la agricultura, la confección de ropa, la construcción y la minería. Los hombres jóvenes son los más susceptibles de ser sometidos a trabajos forzados. Lo contrario es cierto en la explotación comercial sexual (CSE en inglés), donde es más probable que mujeres y niños de Sudamérica denuncien los casos de CSE. La CSE predomina principalmente en las comunidades vulnerables, como lesbianas, gays, bisexuales y trans-género (LGBT) de América Central y del Sur, y en los niños incluidos en sistemas de protección social en los Estados Unidos.
Concentrada en áreas rurales, la explotación tiene lugar en la región del Cerrado en Brasil y a lo largo del Amazonas, con informes de trabajo forzado en las industrias de la caoba, del ladrillo y de las minas de oro, en las regiones amazónicas de Perú y Ecuador. Los hombres jóvenes son los más susceptibles de ser sometidos a trabajos forzados. Durante el 2015, solo en Brasil, un total de 936 trabajadores fueron rescatados de condiciones de esclavitud. Los individuos eran principalmente hombres jóvenes, de entre 15 y 39 años de edad, con bajos niveles de educación, que habían migrado internamente en búsqueda de oportunidades de trabajo. Otros informes de 2015 indican que aproximadamente 500 trabajadores brasileños fueron transportados a Angola, donde trabajaron en condiciones similares a las de la esclavitud moderna.
América Latina informa altos índices de violencia contra la mujer, con El Salvador en primer lugar, en cuanto a la cantidad de feminicidios a nivel mundial. A causa de dichos índices, una gran cantidad de mujeres buscan asilo en países como los Estados Unidos. Sin embargo, el asilo por violencia de género sigue siendo tema de controversia, y muchos crímenes domésticos siguen sin ser informados, tanto por la policía como por el personal hospitalario. También existen informes que indican que personas lesbianas, gay, bisexuales y trans-género de América Latina y del Caribe son traficadas a Europa occidental, con fines de explotación sexual.
Alrededor del mundo
Corea del Norte es el país con el mayor predominio de esclavitud moderna, ya que se calcula que 4,37 por ciento de su población está esclavizada. También es el país con la menor respuesta gubernamental, en términos de acciones tomadas para combatir la esclavitud moderna. El siguiente mayor predominio de esclavitud se encuentra en Uzbekistán (3,97 por ciento), seguido por Camboya (1,65 por ciento).
En términos de números absolutos, India posee los más altos, con aproximadamente 18,35 millones de individuos esclavizados, seguida por China (3,39 millones.), Pakistán (2,13 millones), Bangladesh (1,53 millones) y Uzbekistán (1,23 millones). Esos cinco países juntos poseen el 58 por ciento de los individuos esclavizados del mundo, o 26,6 millones de individuos.
El Índice Global de Esclavitud de 2016 calcula que hay un 28 por ciento más de individuos esclavizados, que los informados en la edición de 2014. Este importante incremento se debe a las mejoras en la recolección de datos y en la metodología de investigación. La investigación para el Índice Global de Esclavitud de 2016 incluyó alrededor de 42.000 entrevistas, llevadas a cabo en 53 idiomas, en 25 países, e incluye 15 encuestas realizadas a nivel estatal en India. Las encuestas representativas abarcan a un 44 por ciento de la población mundial.
Respuesta gubernamental
El Índice Global de Esclavitud también realiza un seguimiento de las acciones y respuestas de los gobiernos a la esclavitud moderna. De los 161 países evaluados, solo 124 penalizaron el tráfico de individuos, en concordancia con el Protocolo de las Naciones Unidas contra el tráfico, y solo 96 implementaron planes de acción nacionales para coordinar las respuestas del gobierno. Los gobiernos que lideran la condena a la esclavitud moderna son: los Países Bajos, los Estados Unidos de América, el Reino Unido, Suecia, Australia, Portugal, Croacia, España, Bélgica y Noruega.
Las respuestas gubernamentales más enérgicas en contra de la esclavitud moderna en América se dieron en los Estados Unidos, Argentina, Canadá y Brasil. Mientras que 20 países tienen un plan de acción para combatir algún tipo de esclavitud moderna, sólo cinco países tienen un organismo independiente para monitorear su implementación. Más aun, sólo en Brasil se encontró evidencia de financiación adecuada para estos planes.
Muchos gobiernos hicieron algunos progresos importantes desde la publicación del informe de 2014. El gobierno del Reino Unido presentó la Modern Slavery Act 2015 (Ley de Esclavitud Moderna) y designó a un inspector anti-esclavitud independiente: el Sr. Kevin Hyland. El presidente Barack Obama eliminó un vacío que existía en la ley de los EE.UU, para así poder prohibir la importación de bienes producidos con el trabajo infantil forzado.
Países como Croacia, Montenegro, Brasil, Macedonia, Filipinas, Georgia, Moldavia, Albania y Jamaica están tomando medidas positivas para responder a la esclavitud moderna, en relación con la salud.
A pesar de que India posee más individuos esclavizados que cualquier otro país, ha hecho importantes progresos al introducir medidas para hacer frente al problema. Penalizó el tráfico, la esclavitud, el trabajo forzado, la prostitución infantil y el matrimonio forzado. En la actualidad, el gobierno indio lleva a cabo un ajuste de la legislación contra el tráfico de individuos, con castigos más severos para los delincuentes reincidentes. Esto le ofrecerá a las víctimas protección y apoyo para su recuperación.
Llamamiento a la acción
Andrew Forrest, presidente y fundador de la Fundación Walk Free, expresó que la erradicación de la esclavitud tiene sentido desde un punto de vista moral, político, lógico y económico, e hizo un llamamiento a los gobiernos de las mayores potencias económicas del mundo a sancionar y poner en práctica sólidas medidas anti-esclavitud.
“Hacemos un llamado a las mayores potencias económicas del mundo a sancionar leyes que sean por lo menos igual de estrictas que la Ley contra la esclavitud moderna de 2015 del Reino Unido, con presupuesto y capacidad para su aplicación, a fin de asegurar que todas las organizaciones sean consideradas responsables por la esclavitud moderna en sus cadenas de distribución, y empoderar la supervisión independiente. Los líderes de las mayores potencias económicas del mundo deben llamar la atención de las empresas sobre este problema, exigiendo que se concentren en la transparencia de sus cadenas de distribución.”
“Creo en el rol esencial de los líderes de gobierno, de las empresas y de la sociedad civil”, expresó Forrest. “A través de nuestro empleo responsable del poder, de la fuerza de convicción, de la determinación y de la voluntad colectiva, juntos podemos guiar al mundo hacia el fin de la esclavitud.”
Forrest hizo hincapié en el rol clave que deben cumplir las empresas en la erradicación de la esclavitud: “Las empresas que no busquen activamente casos de trabajo forzado en sus cadenas de distribución estarán en problemas. Los líderes empresariales que se nieguen a reconocer la realidad de sus propias cadenas de distribución, están equivocados y son irresponsables.”
Puede ver el informe del Índice Global de Esclavitud en inglés en www.globalslaveryindex.org.
La naturaleza oculta, global y compleja de la esclavitud moderna llevó a la Fundación Walk Free a desarrollar una estrategia integrada, para responder a este crimen de manera sostenida. Esto incluye la generación de una investigación de óptima calidad, un fondo de donación privado para ampliar las intervenciones efectivas, un compromiso con los mayores líderes mundiales, organizaciones que incluyen creencias, y apoyo para una estrategia global coordinada. La fundación también gestó un movimiento mundial de seguidores, quienes poseen una visión común, cuyo objetivo es acabar con la esclavitud moderna.