El ‘trading’ consiste en la compraventa de activos cotizados con mucha liquidez de mercado (acciones, divisas y futuros). Y ese mercado financiero es electrónico y está regulado. Su objetivo es obtener un beneficio económico cuando la operación genera una plusvalía.
Es un tipo de operativa bursátil de carácter especulativo, por lo que está sometido a los vaivenes del mercado. Sus operaciones se basan en comprar un activo para venderlo a un precio superior o bien vender un activo, para comprarlo de nuevo por un coste más bajo.
Normalmente, los activos sobre los que se realiza ‘trading’ son acciones que cotizan en mercados muy líquidos, divisas como el EURUSD o el USDJPY y Futuros
Una de las razones, por las que se ha popularizado esta tendencia, es por la entrada de las nuevas tecnologías. Así, hay plataformas ‘online’ especializadas en las que se puede operar y que actúan como intermediarios de las operaciones o ‘brokers’.
Con esas plataformas las operaciones en bolsa se han democratizado; la figura del inversor que habla por teléfono y da instrucciones a su ‘broker’, desaparece con esta modalidad.
Tipos de ‘trading’
Existen varias modalidades de ‘trading’ asociadas, entre otros factores, al tiempo en el que se mantienen abiertas las operaciones.
‘Day Trading’: el inversor abre y cierra las operaciones dentro del mismo día de la negociación. Es una forma de invertir a corto plazo ya que no se suelen dejar operaciones abiertas para continuar al día siguiente.
‘Scalping’: el inversor opera en periodos muy cortos, a lo largo del día, con operaciones que pueden durar segundos.
‘Swing Trading’: las operaciones pueden dejarse abiertas al final de la jornada y suelen durar aproximadamente unos diez días.
‘Trading’ tendencial o direccional: no tienen un límite temporal y consiste en tomar posiciones en mercado a favor de la tendencia.