Agnes Keleti: “No te concentres en ganar pero hazlo por amor”
La atleta olímpica de 100 años, Agnes Keleti, sobrevivió al Holocausto y a la persecución para convertirse en una campeona para todas las edades. Antes de Tokio 2020, compartió su historia, sus mejores recuerdos y sus deseos para aquellos que compiten.
“Tienes que amar la vida y siempre ver el lado bueno”.
Ese es el secreto de 100 años de vida según Agnes Keleti, la campeona olímpica viviente de más edad, que compartió su sabiduría en una entrevista con Olympics.com.
Es una filosofía que la ha llevado durante toda su vida, la cual fue marcada por momentos memorables, trágicos, de resiliencia y pérdidas.
En su brillante comienzo, la joven gimnasta Keleti nunca pudo imaginar la disrupción y el caos que las fuerzas externas podrían generar en su ilustre carrera en su infancia.
A sus 16 años, llena de promesas y esperanza, la joven gimnasta ganó los campeonatos nacionales de gimnasia en Hungría. Su objetivo era participar en el mejor escenario del deporte: los Juegos Olímpicos.
Pero el estallido de la Segunda Guerra Mundial lo cambió todo.
El país natal de Keleti cayó bajo la ocupación nazi y, debido a sus ancestros judíos, la única posibilidad de salvarse que tuvo Keleti fue la de esconderse y asumir una falsa identidad de sirvienta cristiana.
Mientras ella, su madre y su hermana sobrevivieron, su padre y otros familiares perecieron en Auschwitz-Birkenau.
Después de que la guerra terminó, Keleti tomó la decisión de volver a su carrera como gimnasta. Sus objetivos se enfocaron una vez mas en competir en los Juegos Olímpicos.
En Londres 1948, sin embargo, terminó con el corazón roto después de que una lesión en los ligamentos la sacaran de la competición. Eran los terceros Juegos Olímpicos consecutivos que se perdía.
Cuatro años más tarde, sin bajar los brazos como siempre, Keleti finalmente consiguió su objetivo.
Helsinki 1952 marcó su debut olímpico. Fue una hazaña notable, ya que a sus 31 años, Keleti era mucho mayor que sus competidoras, que tenían un promedio de 23 años de edad.
Luego, llegó la alegría.
Keleti dejó la capital de Finlandia con un orgullo tras lograr una medalla de oro, una de plata y dos de bronce.
Su logro la impulsó a regresar a los Juegos Olímpicos y a desarrollar su potencial gimnástico con todos los conocimientos que adquirió desde que alcanzó el primer campeonato nacional en 1937.
En los Juegos Olímpicos de Melbourne, en 1956, ella conquistó el mundo que la reconoció como la mejor tras vencer al legendario gimnasta soviético Laris Latynina con un récord de seis medallas, de las cuales cuatro eran de oro.
De todas sus medallas, la primera que logró Keleti es la que más le gusta.
“Mi favorita es la medalla de oro de ejercicio de suelo”. Agnes Keleti a Olympics.com
“Es mi favorita porque el ejercicio de suelo es el lugar donde hago lo que quiero y puedo ser yo misma”.
A diferencia de otras disciplinas de gimnasia que cuentan con aparatos, en el suelo el gimnasta puede realmente expresarse.
Como una mujer que recuerda haber tenido que luchar el doble de duro que los hombres a su alrededor para poder lograr resultados, su primer oro fue un momento de gran reivindicación.
La gimnasia no se detuvo ahí para Keleti.
Luego de que las tensiones políticas empeoraron en Hungría, Keleti solicitó asilo en Australia, antes de emigrar eventualmente a Israel en 1957. Allí ella entrenó y se convirtió en la entrenadora del equipo nacional de gimnasia israelí.
Ella les enseñó a sus estudiantes una cosa sobre todas las demás: “¡muchas repeticiones dan resultados!”
Con todo lo que Keleti ha presenciado en el camino por lograr sus sueños, la centenaria ha adquirido una gran sabiduría que estos atletas que se dirigen a Tokio 2020 sin duda podrían aprender.
“El mejor consejo,” comparte Keleti, “es no lidiar con con las circunstancias: dónde estás, cómo te ves, cuál es el clima. Pero para lograr lo mejor de uno mismo”.
“No concentrarse en ganar… sino hacerlo por amor”. – Agnes Keleti
La duradera luz de la llama olímpica es algo para Keleti que ha permanecido como una constante en su vida, por mucho que el mundo cambie. Su recuerdo histórico favorito son los primeros pasos del hombre en la luna.
Keleti ama los Juegos Olímpicos de sobremanera. Ella aún adora ver todos los deportes, pero sobre todo, la gimnasia.
Mientras una nueva generación llega para unirse alrededor de la llama olímpica -esa llama que brilla tanto que pone en las sombras las diferencias del mundo- hay una atleta en el que ella siempre pone un ojo.
Una gimnasta que, como Keleti, tendrá su nombre grabado para siempre en la historia: Simone Biles.
“Me encantaría ver que hay más ejercicios con su nombre”, dice Keleti. Para una gimnasta, no hay mayor honor que reconozcan su innovación. Biles ya tiene cuatro a su nombre.
“Deseo para ella que todo lo que ha planeado se le haga realidad en estos Juegos Olímpicos”.
La vida de Agnes Keleti es la definición de una vida vivida con espíritu olímpico. Su historia nos recuerda a todos que cualquiera puede superar la adversidad y alcanzar la grandeza.
Fuente Oficial: Olimpiadas Tokyo 2020