Horas después, la historia se escribió en Chateauroux (centro de Francia) cuando la guatemalteca Adriana Ruano conquistó el primer oro olímpico para su país en la prueba de foso olímpico (trap) del tiro deportivo. Ruano, también de 29 años, rompió el récord olímpico en una final al culminar con 45 aciertos en 50 intentos. Este logro no solo le otorgó el oro, sino que también aseguró su lugar en la historia del deporte guatemalteco.
Estos triunfos representan más que medallas; son una muestra del talento y la dedicación de los atletas latinoamericanos en el escenario mundial. Mientras Torres consolidaba su posición como uno de los mejores del mundo en BMX, Ruano inspiraba a futuras generaciones de deportistas en Guatemala y más allá. La jornada olímpica en París destacó no solo por las victorias, sino también por la esperanza y el orgullo que estos atletas trajeron a sus naciones.