En el vasto panorama digital latinoamericano, una amenaza persistente acecha a los usuarios desprevenidos: los correos electrónicos fraudulentos que distribuyen malware. Estos correos, disfrazados con la apariencia de entidades de confianza como bancos, organismos estatales o grandes empresas, se han convertido en una herramienta letal para los ciberdelincuentes. Las entidades a las que se les