En una jornada negra en Wall Street, Alphabet, la empresa matriz de Google, vivió una caída del 9.51% en su cotización, justo después de revelar sus impresionantes resultados trimestrales. Durante el tercer trimestre de este año, la compañía experimentó un incremento del 41.5% en sus ganancias netas, alcanzando los 19,689 millones de dólares, con ingresos ascendiendo a 76,693 millones de dólares, un aumento del 11% respecto al año anterior. A pesar de superar las expectativas de los analistas, este desempeño no logró satisfacer a los inversores.
La división de Google Cloud, que presentó un trimestre decepcionante al facturar 8,140 millones de dólares, en comparación con los 8,640 millones esperados, desempeñó un papel crucial en la caída de la cotización de Alphabet. Esto se debe, en parte, a un mejor crecimiento de Azure, la plataforma de Microsoft, de lo que se anticipaba, con un aumento del 21% en el trimestre y unos ingresos totales de 56,500 millones de dólares, un 13% más que en el mismo período del año anterior. Esto impulsó las acciones de Microsoft en un 3.07%, convirtiéndola en la única ganadora en esta jornada entre las grandes empresas tecnológicas.
La comparación entre Google y Microsoft también afectó a Amazon, ya que una de las principales fuentes de ingresos del gigante del comercio electrónico es Amazon Web Service (AWS), un competidor directo de Azure. Las acciones de Amazon cayeron un 5.58% en respuesta a los temores de que su negocio en la nube siga una trayectoria similar a la de Google. De hecho, la semana pasada, UBS recortó sus previsiones de crecimiento para AWS.
El crecimiento de Azure se interpreta como una señal de que Microsoft está superando a Google en el campo de la inteligencia artificial y podría convertirse en un proveedor en la nube más grande e influyente que AWS, según destacaron expertos de Bernstein.
La jornada en Wall Street ha sido un torbellino de sorpresas y desafíos para estos gigantes tecnológicos. ¿Estamos presenciando el inicio de una nueva era en la nube?