En pleno siglo XXI, Latinoamérica se enfrenta a uno de los brotes más devastadores de su historia: el dengue. Argentina vive su peor brote con un asombroso registro de 396.484 casos desde 2023, y este año ya suma 379.341, con 871 clasificados como graves. La cifra de muertos alcanza los 280, con 42 nuevos decesos solo en la última semana.
“Los casos fallecidos se registraron en todos los grupos de edad, con la mayor tasa de mortalidad en los mayores de 80 años seguidos por 70 a 79, 60 a 69 y 50 a 59, mientras que el mayor número de casos se presentó en personas de entre 30 y 79 años,” explican las autoridades sanitarias argentinas, evidenciando el alcance indiscriminado del virus.
Pero Argentina no está sola en esta lucha. Brasil ha alcanzado un récord de contagios, con cuatro millones de casos en lo que va del año y una alarmante incidencia de 2.032 contagios por cada 100.000 habitantes. La magnitud de la crisis también golpea a Perú, donde la situación es igualmente alarmante, con emergencia sanitaria declarada en 20 regiones.
Este panorama desolador evidencia la necesidad urgente de acciones coordinadas a nivel regional para contener la propagación del dengue. Además, destaca la importancia de medidas preventivas en cada país afectado, desde campañas de concientización hasta acciones de control vectorial.
En medio de esta emergencia, la colaboración internacional y la solidaridad entre naciones se vuelven fundamentales. Es tiempo de unir fuerzas para enfrentar esta amenaza que pone en riesgo la salud y la vida de millones de personas en toda Latinoamérica.