Adidas, el fabricante de ropa y material deportivo, ha reportado una pérdida de 39 millones de euros durante el primer trimestre de 2023, en comparación con el beneficio neto atribuible de 482 millones contabilizado en el mismo periodo del año anterior. La compañía ha señalado que la interrupción del negocio de Yeezy, la marca desarrollada en colaboración con Kanye West, ha representado un lastre de alrededor de 400 millones, principalmente en las regiones de América del Norte, China y EMEA (Europa, Oriente Próximo y África).
Las ventas de Adidas entre enero y marzo totalizaron 5.274 millones de euros, lo que supone una disminución del 0,5% en comparación con el mismo periodo del año anterior, mientras que los costes de ventas de la multinacional aumentaron un 9,7% hasta 2.911 millones de euros. Las ventas de Adidas registraron un crecimiento del 3,1% en Europa, Oriente Próximo y África (EMEA), hasta 1.996 millones, mientras que en Norteamérica cayeron un 16,1%, hasta 1.177 millones en el primer trimestre.
Las ventas en China disminuyeron un 11,9% hasta 884 millones de euros, pero en Asia-Pacífico los ingresos crecieron un 12%, hasta 567 millones, mientras que en Latinoamérica aumentaron un 42,6%, hasta 595 millones. El margen bruto del primer trimestre de Adidas bajó un 5,1% hasta el 44,8% desde el 49,9%, principalmente debido al aumento en los costes de la cadena de suministro, así como a mayores descuentos en el mercado que no pudieron ser compensados por el importante efecto positivo de las subidas de precios implementadas por la compañía.
El consejero delegado de Adidas, Bjorn Gulden, ha declarado que el crecimiento de las ventas, excluyendo Yeezy, fue del 9% y que los inventarios siguen siendo demasiado altos, aunque ya son 300 millones de euros inferiores a los de principios de año. La empresa continúa trabajando en normalizar sus niveles de ‘stock’, lo que, según Gulden, es crucial para poder reducir los niveles de descuento. Además, el ejecutivo ha afirmado que 2023 será un año de transición para construir una base sólida para un mejor 2024 y un buen 2025 y más allá, y no un año para maximizar resultados financieros a corto plazo.