Las autoridades financieras de Estados Unidos tomaron el control de First Republic Bank, un banco regional con sede en San Francisco, con el objetivo de poner fin a una crisis bancaria que ha generado temor en el sistema financiero durante dos meses.
Este banco se convirtió en el segundo banco más grande en términos de activos que colapsa en la historia de Estados Unidos, después de haber sufrido una pérdida de más de $100,000 millones en depósitos en el primer trimestre. Debido a que el banco no pudo presentar un plan de rescate satisfactorio y sus acciones continuaron cayendo, las autoridades intervinieron y solicitaron ofertas de compradores potenciales.
Como resultado, el regulador del estado de California nombró a la Corporación Federal de Seguros de Depósitos (FDIC) como síndico de First Republic, que se vendió de inmediato a JP Morgan Chase. Este acuerdo significa que JP Morgan recuperará todos los depósitos de First Republic y “casi” todos sus activos. La FDIC estima que tendrá que pagar alrededor de $13,000 millones para cubrir las pérdidas de First Republic, pero las 84 sucursales del banco podrán reabrir como de costumbre el lunes.