La Asociación Española de la Franquicia (AEF) ha dado un giro revolucionario al modificar su denominación anterior, pasando de ser la Asociación Española de Franquiciadores a convertirse en una entidad inclusiva que abarca tanto a los franquiciadores como a los franquiciados. Este cambio estratégico refleja el reconocimiento de la importancia vital de ambas partes en el mundo de las franquicias.
El Artículo 18 de los estatutos de la AEF se ha convertido en el faro que guía el ingreso de los franquiciados a la asociación. Según este artículo, para convertirse en miembro franquiciado de la Asociación, los candidatos deben ser franquiciados de un franquiciador que, a su vez, sea miembro de la Asociación. Además, se destaca que los miembros franquiciados deben mantenerse al día con sus obligaciones respecto al franquiciador y cumplir con los principios rectores de la Asociación.
Estos estatutos también definen los derechos y deberes de los asociados, estableciendo que los franquiciados tienen el derecho de asistir a la Asamblea General con voz, aunque sin voto. Además, se les otorga la capacidad de elegir a sus representantes en el Comité Directivo de la Asociación, lo que les brinda una voz activa en la toma de decisiones y en la dirección futura de la industria de las franquicias.
Con esta renovación de sus estatutos, la AEF demuestra su compromiso con la equidad y la representación de todos los actores clave en el mundo de las franquicias. Esta evolución estratégica no solo fortalece la posición de los franquiciados en la industria, sino que también abre nuevas puertas de colaboración y crecimiento para todos los involucrados. La AEF se consolida así como un referente en el sector, al fomentar una comunidad unida y progresista en el apasionante mundo de las franquicias.