En un giro impactante para la comunidad gamer, Microsoft ha anunciado la eliminación de 1900 puestos de trabajo en su división de videojuegos, marcando una reestructuración significativa en la industria del entretenimiento digital. La mayoría de estos despidos han afectado a Activision Blizzard, la gigante adquirida por Microsoft por una asombrosa suma de u$s67,8 mil millones el año pasado, así como a Xbox y ZeniMax. Este drástico recorte de personal se suma a la sombría cifra de más de 6000 despidos en los primeros 25 días de 2024, casi la mitad de los despidos totales registrados en el año previo, que fue notoriamente difícil para el sector.
Mike Ybarra, presidente de Blizzard, y Allen Adham, jefe de diseño y uno de los cofundadores, han oficializado su salida de la compañía, sumándose a la lista de cambios significativos. Además, Matt Booty, presidente de estudios y contenidos de videojuegos en Microsoft, también se encuentra entre los nombres impactados por esta reestructuración.
En un comunicado interno a la empresa, el CEO de Xbox, Phil Spencer, habló sobre la necesidad de alinear estrategias y ejecutar un plan con una estructura de costos sostenible para respaldar el crecimiento continuo del negocio. “Como parte de este proceso, hemos tomado la dolorosa decisión de reducir el tamaño de nuestra plantilla en aproximadamente 1900 roles, de los 22 mil que tenemos en el equipo”, expresó Spencer. “Estamos comprometidos a navegar este proceso con la mayor consideración posible, brindando apoyo a aquellos que se vean afectados durante la transición, incluyendo paquetes de compensación de acuerdo con las leyes de empleo locales”.
Este movimiento estratégico busca consolidar las operaciones y maximizar las oportunidades de crecimiento en un mercado que sigue evolucionando. A pesar de la sorpresa y la incertidumbre generadas por estos despidos, Microsoft reafirma su compromiso con la industria de los videojuegos y busca asegurar una posición sólida para enfrentar los desafíos futuros. El mundo gamer observa con atención cómo estas decisiones impactarán en la narrativa de la industria y qué nuevas oportunidades surgirán en este cambiante panorama digital.