El Modelo de Educación Online alcanza un notable, en medio de la crisis sanitaria del COVID-19
Por: Miguel Ángel Blanco Cedrún, director de Spain Business School
La pandemia del COVID-19 está trastocando las prácticas más habituales de la sociedad. Y es posible que siga siendo así por unas cuantas semanas. Ante la necesidad de contener los contagios, desde la zona cero de la epidemia en China, hasta las regiones de Europa donde se experimentan una escalada en el número de contagios, dos medidas de contención se han impuesto por protocolo: la suspensión de las actividades escolares tradicionales y la dispersión del personal de los espacios físicos de trabajo. El teletrabajo y la educación en línea están ante una gran prueba.
Según la Unesco, casi 300 millones de niños y jóvenes en todo el mundo están viendo interrumpido su proceso de aprendizaje por el impacto del Coronavirus. Las estimaciones de los expertos son que, en las próximas semanas, las medidas de contención previstas en otros varios países podrían incrementar el contingente de jóvenes afectados en 180 millones de personas más. De extenderse la contingencia, esta dilación en la eficacia educativa afectaría aún más los Índices de Desarrollo Humano en todo el planeta.
Antes de presentarse la coyuntura sanitaria, en los entornos corporativos se estimaba una línea orgánica positiva de evolución hacia el teletrabajo, al punto que para este mismo año firmas como Citrix han proyectado que el 50% del personal en los grandes corporativos operará bajo el modelo de teletrabajo. Y es que un alto porcentaje de estas organizaciones ya exploran metodologías de infraestructura y entornos virtuales de trabajo. Así que, para esta tendencia, es muy probable que la actual crisis represente una aceleración de los procesos de transformación del espacio y la modalidad de trabajo, pero en las instituciones educativas tradicionales, la resistencia al cambio ha sido una constante. ¿Podrán reaccionar rápidamente?
Componentes de un modelo de educación online
Ante la pregunta anterior, volvemos a China, epicentro de la crisis sanitaria. Hace cuatro semanas el estado chino inicio un programa masivo de educación en línea al que se sumaron 180 millones de estudiantes desde la etapa inicial de la educación primaria, hasta los alumnos universitarios. Lo más interesante del plan de adaptación según la edad de los estudiantes. Mientras los más pequeños podrán experimentar procesos de aprendizaje a través de contenidos audiovisuales emitidos por la televisión oficial en señal abierta, los mayores harán uso de herramientas de e-learning desarrolladas en campus virtuales de educación primarias, secundaria y superior.
Los componentes de un modelo de educación en online son de relativa simplicidad y puede ser aplicado con agilidad. Implica desarrollar un entorno digital que facilite la interacción del estudiante con los contenidos y el conocimiento a través de una plataforma que técnicamente se reconocen como Learning Management System, que además sirve las herramientas de comunicación entre docentes y alumnos: correo electrónico, chat en vivo, foros, etc.
Hoy en día no hay límites para los formatos de los contenidos: videos, podcasts, presentaciones de webinars, audiolibros, experiencias de gamificación, foros de discusión, etc. Lo que sí es insustituible es el talento pedagógico que marca la diferencia en la efectividad del modelo: diseños pedagógicos y experiencias interactivas que mantengan la atención a tope y sepan llevar al estudiante al cumplimiento de los objetivos académicos.
En España, las comunidades autónomas de Madrid, La Rioja y el País Vasco, han sido las primeras en activar herramientas de educación en línea para atender la continuidad de la enseñanza de los estudiantes tras la suspensión de actividades en los centros educativos. Y es que, con sus particularidades, la educación pública en este país viene explorando mejores prácticas para la introducción de plataformas digitales en la experiencia formativa en los niveles obligatorios de primaria, secundaria y bachillerato.
¿Se pude decir lo mismo de la educación superior? La realidad es más heterogénea en el sector. Lo cierto es que voces expertas han destacados que las universidades en los mercados de habla hispana están ante una gran oportunidad para experimentar y dar un espacio destacado a la formación online dentro del proceso de aprendizaje de la educación superior.
Como escuela nativa digital, Spain Business School ha desarrollado con éxito una práctica de másteres y MBA On Line que nos ha permitido formar más de 10.000 profesionales en los mercados de habla hispana. En la actualidad, contamos con más de 2.000 horas de contenido online para nuestras asignaturas en todos los programas máster en marketing digital, analítica digital y big data, digital business y emprendimiento.
Por supuesto que la educación online es un paradigma efectivo, puede que no explote de igual manera los beneficios del networking que se producen con la formación presencial, pero la clave está en saber integrar las posibilidades de las opciones disponibles para expandir la experiencia de aprendizaje. Entretanto, en el contexto de la actual crisis sanitaria, el paradigma del e-learning ha alcanzado un notable en su potencial para romper barreras de acceso a la educación de calidad. Valdría mucho el tomar nota para masificar su implementación.