La minorista o retailer con casa matriz en Chile, en concreto en Santiago la capital, tiene un año 2021 que –de acuerdo con economistas, bancos, fondos y firmas gestoras de activos- atará de marchas y contramarchas y ello en función a cómo va desarrollándose la actividad económica a propósito de la producción y los negocios desde la cuarta economía más grande de América Latina.
El conglomerado financiero y de ventas al menudeo –Falabella- opera en Latino América con solvencia y considerando una cartera diversificada de negocios que va desde el retail o tiendas departamentales como Tiendas Falabella, ferretería al mayoreo como Sodimac, supermercados como Tottus y centros comerciales [conocidos como mall en América Latina.
Además de un banco, que negocia una tarjeta de crédito CMR Falabella como producto “estrella” financiero; junto a un servicio de seguros.
El dato. WALMEX: buen inicio de año.
Su presencia regional se ubica en economías como el Perú, Colombia, Chile, Uruguay, México, Brasil y Argentina.
La operación desde sus centros comerciales se distribuye con cuatro mall para Colombia, tres para el Perú y nueve mall en Chile; tanto en las respectivas capitales –Bogotá, Lima y Santiago- como en provincias.
Desde el trading de acciones en la Bolsa de Santiago, la acción de Falabella ata de 2.618,9 pesos chilenos siendo las 14 horas de aquella ciudad andina, o un cambio de +0,26% interdía y con una horquilla de rentabilidad al cierre de hoy –de momento- de -16,9% interanual según el mercado de acciones de la plaza bursátil del país andino.
En las últimas 52 semanas, la acción del holding operó en una horquilla de entre 1.518,54 pesos chilenos a 3.176,03 pesos y con un beta de negociación de 1,48 enteros.
Historia de cambios recientes
El conglomerado tiene como foco intensificar su rol en el comercio electrónico ante el desafío que significa la disrupción –desde hace cuatro años o más- de gigantes como Amazon o AliBaba, y en ello la empresa andina ha destacado la participación de Linio su brazo en comercio electrónico activo desde hace tres años a través de una compra de US$ 138 millones en valor que cerró el acuerdo entre la andina y la empresa digital de comercio.
De acuerdo con la historia reciente, la empresa andina –que ya había cerrado un preacuerdo con la sueca IKEA en mayo del 2018- anunció un agresivo “plan de inversiones” para la campaña 2018 a 2021 de alrededor de US$ 3.900 millones de cara a que la europea haga negocios –principalmente- en el Perú, Colombia y evidentemente en Chile.
No obstante, la incertidumbre –tras la pandemia por la COVID 19- ha aparecido en el panorama de la retailer de Chile.
Entre los años 2018 y 2019 y para solventar los retos de adquirir Linio y la franquicia sueca nacida en la ciudad de Älmhult, Falabella –“con un austero manejo en comercio electrónico y en manejo o gestión de costos con proveedores” a decir de economistas y firmas gestoras de activos que operan con ETF en acciones de la firma sudamericana- propuso a accionistas aumentos de capital.
Mismos que ataron de un rango “de entre US$ 500 a US$ 800 millones”, indicó la misma compañía.
En octubre del 2018, Falabella logró levantar –a través de una apuesta en el mercado de acciones de Santiago de Chile- alrededor de US$ 550 millones “de cara a hacerle frente tanto a AliBaba como a Amazon que se levantaron como sus grandes competidores”, dijeron economistas y firmas gestoras de activos.
A este monto, se añadió –indico la autoridad del mercado de valores de Chile por aquel entonces- US$ 275 millones “siendo parte de un aumento de capital”, dijo el regulador.
El dato. Grupo Falabella bajo presión: busca caja ante nuevos retos de negocio.
Reperfilamiento en el Perú
El grupo del país andino ha estimado –dentro de su matriz de riesgo y tras un golpeado año 2020 por la COVID 19- darle cabida a proyectos como Tottus y las tiendas HíperBodega Precio Uno [cuyo espíritu será el de macro tienda de formato más masivo] en el Perú.
De acuerdo con medios y agencias especializadas en el segmento minorista, Falabella no ha dejado de ver a IKEA como su principal objetivo para este y el próximo año.
La semana pasada, y dentro de su macro plan de inversiones, la andina indicó que la inversión en valor para abrir sus tiendas será de US$ 110 millones “de 19 tiendas físicas en Latino América en 2021”.
“Se contará con siete supermercados Tottus e Hiperbodegas en el Perú”, advirtió en su documento marco.
Para el 2021, US$ 243 millones se destinarán en la mejora de los canales en mall y en tiendas que ya operan en esta economía –también andina- y ello a través, dice el plan de inversiones en el Perú, “vía reformas y regeneraciones” que desarrollarán la composición de la iniciativa digital con la práctica física de adquisición de productos, activando el progreso del establecimiento en un futuro cercano.
Problemas sindicales
No obstante, la operación en el Perú ha originado –tras casi tres décadas de negocios donde el conglomerado se colgó, dicen economistas y agencias gestoras, a “un modelo hegemónico neoliberal”- a “políticas laborales donde la precariedad pese a la formalidad del trabajo estuvo en línea con escasos derechos laborales”, como señaló un dirigente sindical desde la ciudad de Lima que prefirió la confidencialidad ante temores de represalias.
Medios y agencias desde la ciudad de Lima indicaron que “Sindicatos de Ripley y Falabella denuncian a retailers por cierre por la pandemia de la segunda ola”.
“Las minoristas han tomado medidas frente al hecho de que sus trabajadores no podrán concurrir a trabajar por la nueva suspensión en los negocios declarada por el Gobierno entre el 31 de enero y 14 de febrero y ello frente a la segunda ola por la COVID 19”.
Según la líder del sindicato de Ripley –otra retailer de Chile- Rosa Alfaro, “[Esta tienda] decidió de manera unilateral ordenar vacaciones por quince días de la cuarentena”. “Es una decisión que fue rechazada por los trabajadores porque no fue por mutuo acuerdo”, agregó Alfaro.
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